Traumatología
Sólo determinados tejidos y órganos son capaces de regenerarse espontáneamente después de una enfermedad o trauma, y esta capacidad regenerativa disminuye con el tiempo. La investigación con células madre humanas explora enfoques terapéuticos regenerativos para tratar diversas afecciones. Las células madre mesenquimales (MSC) se derivan de células madre adultas; son multipotentes y ejercen efectos antiinflamatorios e inmunomoduladores.
Pueden diferenciarse en múltiples tipos de células del mesénquima, por ejemplo, células endoteliales, osteoblastos, condrocitos, fibroblastos, tenocitos, células del músculo liso vascular, mioblastos y neuronas. Las MSC se obtienen fácilmente y pueden cultivarse y expandirse in vitro; por tanto, representan un enfoque de tratamiento prometedor y alentador en cirugía ortopédica Y diversas condiciones ortopédicas, a saber, trauma ortopédico; lesión muscular; defectos del cartílago articular y osteoartritis; lesiones de meniscos; enfermedad ósea; lesiones de nervios, tendones y ligamentos; lesiones de la médula espinal; problemas de discos intervertebrales; pediatría; y reparación del manguito rotador. El uso de MSC en ortopedia puede hacer que la práctica en el campo pase de un reemplazo y reconstrucción predominantemente quirúrgicos a una biorregeneración y prevención.
Las MSC se pueden obtener del cordón umbilical, líquido amniótico, placenta, tejido adiposo, liquido sinovial articular, pulpa dental, endostio y periostio etc.
Las células madre mesenquimales (MSC) son ampliamente aplicables al campo de la ortopedia. Las MSC pueden estimularse para que se diferencien en varios linajes celulares con diversas aplicaciones clínicas. Por ejemplo, los fibroblastos se pueden utilizar para regenerar tendones, ligamentos, meniscos, manguito rotador y disco intervertebral desgarrados o lesionados; los condrocitos se pueden utilizar para regenerar defectos del cartílago articular y tratar la osteoartritis; los osteoblastos pueden facilitar la consolidación de fracturas y tratar enfermedades metabólicas óseas como la osteogénesis imperfecta, enfermedades del cartílago de crecimiento, fusión espinal y regeneración de defectos segmentarios del hueso después de la extirpación del tumor; los mioblastos se pueden utilizar para regenerar músculos desgarrados o lesionados; y las neuronas se pueden utilizar para regenerar nervios periféricos o ayudar en la reparación de lesiones traumáticas de la médula espinal. Las MSC poseen propiedades inmunomoduladoras e inmunosupresoras a través de la secreción de citoquinas específicas y, por lo tanto, pueden modular la inflamación después de una lesión. Las MSC son hipoinmunógenas y pueden evadir el sistema inmunológico del huésped. Esto se debe en parte a que las MSC expresan bajos niveles de moléculas de clase I del complejo principal de histocompatibilidad (MHC), lo que evita que las células NK eliminen las MSC. Las MSC no expresan moléculas MHC de clase II en su superficie celular, lo que a su vez da la posibilidad de evitar la identificación por células T CD4 + aloreactivas. Las MSC tienen la capacidad de interactuar con las células inmunes y pueden suprimir y modular la aloreactividad. Además, las MSC pueden obstaculizar la proliferación y activación de los linfocitos T mediante la secreción de factores solubles como el factor de crecimiento de hepatocitos, TGF- β 1, IL-10 y prostaglandina E2.